12.- Problemática referente a la vida y a los problemas
Seguimos metidos en el meollo y quid de toda la problemática referente a la vida y a los problemas que se nos presentan a la hora de dar las soluciones al tema que nos estamos comprometiendo arreglar.
Demasiadas personas de nuestra sociedad están verdaderamente airadas, conturbadas y altamente preocupadas por lo obscura que se presenta la evolución y salida adecuada a sus vidas.
La mayoría de la gente piensa que se vive para medrar, y trata de subsistir de una manera tal que sus impulsos , tensiones, pulsiones y apreciaciones personales apenas cuenta o suman; ya que sucede que el resultado de toda acción global o particularizada es de todo punto inadecuada inapetente e incomprensible.
Resulta ser así porque los mismos principios que rigen toda nuestra actividad aliena y desnudan al ser humano de sus estimulaciones más idóneas y profundas.
Resulta así porque esos principios nos inducen sobre todo a tratar de conseguir y obtener riquezas y cosas (bienes) que sobre todo requieren premisas utilitarias en la acción humana
Casi todo el mundo acepta que si no tiene dinero (riquezas, bienes etc.) no podrá tener acceso a un cierto acomodo o bienestar mínimo de subsistencia, sin hablar por de pronto de intenciones personales de hedonismo y autosatisfacción interna o externa.
Con esto queremos decir que la mayoría de los valores primarios personales están relativizados a una especie de relativa capacidad para la adquisición de bienes, riqueza, dinero, fama. etc.
Resultado de este inveterado comportamiento y actitud humana ante toda clase de actividad vital es que la sociedad se desmiembra y distorsiona vitalmente a si misma no permitiendo una auténtica dilucidación en el momento de la acción como ser humano pensante en referencia a lo animal, lo síquico, lo transpersonal, lo transcendental y lo espiritual.
Debemos deducir ya de todas todas, que la faceta basada meramente en lo socio-político-económico, debe ser descartada o al menos mejorada con premisas complementarias que puedan permitir al ser pensante verdaderamente humano y auténticamente real.
Derivando un poco las cuestiones, ya se sabe que para alcanzar eso que llamamos dinero, poder, fama, etc. etc, hay que hacer algo, o bien hay que realizar algo de esfuerzo, o más bien producir alguna cosa de tipo utilitario en cualquier nivel o estamento de la actividad vital humana.
Con esto queremos decir que aunque, en algún sentido habrá que producir cosas para quehaya un consumo real o ficticio, como premisa aleatoria de cierto sentido de la realidad práctica y pragmática de la vida. Pero así también, y perentoriamente, habrá que facilitar de alguna manera la realización integral de la personalidad que requiere posibilidades y capacidades de significado profundamente autentico en la vida de los seres humanos, porque mucha gente se empieza a sentir completamente disgustada, alterada, incompleta e íntimamente insatisfecha.
Como hemos decidido rescindir, descartar o al menos reformar a fondo la postura socio-político-económica, para un mejor desarrollo y devenir del individuo y de la sociedad, este arreglo y/o cambio de significadores y premisas deberá pasar necesariamente por una distinta apreciación o atribución de los valores y conceptos que se refieren a todo lo que el ser humano realiza o produce.
Todo esto debe pasar por apreciar y conocer cuales son de una vez y para siempre los auténticos valores de las personas para que así nos sirvan de aditamento correcto y auténtico en el caso de arreglo vital en la presencia de los valores monetarios y productivos que ahora nos invaden y nos rigen casi exhaustivamente.
La primera condición o premisa que vamos a exponer es que, como resultado de toda actividad humana deberá ser apreciado como auténtico valor todo aquello que refuerce estimule o ayude ala persona humana en su intento de alcanzar el verdadero sentido de la felicidad y a poder ser consciente del significado de su verdadera actividad.
Por tanto debe primariamente el ser humano poder discernir el verdadero significado de todo lo que hasta ahora hemos llamado útil y/o productivo ya puede rozar en desequilibrio o desacuerdo con lo que se dice en el párrafo anterior, no sea que nos aparte o distraiga en el aprecio de lo que procede o debe ser realizado convenientemente.
Al llegar aquí y como compromiso para días posteriores decimos que tenemos que hacer una revisión conceptual y práctica de lo que se entiende por labor activa, trabajo o actividad humana y lo que en realidad se debe entender.
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