Las estructuras reaccionarias de poder, aquellas que tienen capacidad de decisión y de ejecución, anquilosadas en el beneficio propio y no de quienes representan, caso de políticos y casi siempre mezcladas con las del poder económico, prefieren muchas veces que todo siga a su única conveniencia, la de una mino-ría privilegiada que perpetúa un sistema que no da lugar al cambio o que produce cambios que les benefician.
Promesas electorales de aquellos con buenas intenciones pero que no se cumplen porque se olvidan, porque son fantasiosas o porque son demasiadas las fuerzas e intereses en contra, suponen que aquellos que les dieron su voto queden desengañados, viendo con resignación como no son considerados en la arena política.
En contrapartida, la casta dirigente española, 80.000 personas envueltas en el velo informativo de sus privilegios, emolumentos, de sus derroches cuantiosos, de sus compatibilidades en los puestos del Estado o en las grandes empresas, del cobro de pensiones importantes con sueldos del mismo, en una situación económica crítica con un altísimo nivel de desempleo y un porcentaje de pobreza creciente en España.
Esta situación de cambios deseables para unos pocos pero no para muchos que se da a nivel social de país, ciudad, barrio, se produce de alguna manera en el microcosmos de la RCM-FNMT donde la inercia de jefaturas (y no jefaturas también), los reinos de Taifas en los que muchas veces, pudiendo poner soluciones no se hace. Incomunicación, desinterés, mezcla de la inercia de lo cotidiano con el bien hacer de muchos, jefatura o no, de esta Casa con ganas de que las cosas funcionen bien.
Sería buena la reflexión. En este contexto económico (y social), como empresa, ¿Estamos verdaderamente preparados para competir si se liberaliza del todo el mercado en el que estamos inmersos o nos hemos acostumbrado al paraguas del Estado y la (ya no tanto) seguridad de tener asegurada una demanda?
Sin gente comprometida con un objetivo no hay cambios, es importante potenciar las sinergias que parten de un grupo de personas que desean realizar alguna acción en común, y dan solución a lo que no resuelven los que tendrían capacidad de hacerlo.
EPS nace como un espacio abierto de participación en el que trataremos que aquellos problemas detectados puedan resolverse y donde las posiciones unilaterales no sirven, facilitando las dinámicas de grupo, perfeccionando las técnicas de organización de las reuniones y promoviendo el trabajo en grupos, donde es más fácil la comunicación y la participación.
Bienvenido al nuevo panorama sindical.
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