jueves, 15 de octubre de 2009

Manual de funciones

Buceando por la intranet me he llevado una sorpresa mayúscula: la publicación del Manual de Funciones.

Mi sorpresa fue debida a que, por medio de este documento oficial, se reconocen implícitamente una serie de carencias funcionales.

A modo de ejemplo y en el apartado V. Descripción estructural y funciones nos encontramos con una serie de funciones comunes a todos los departamentos. Y cito textualmente:

“Formar y motivar al personal, según las políticas establecidas, para conseguir una óptima dedicación y profesionalidad, así como elaborar y colaborar con RR.HH. en los planes de formación correspondientes al departamento en su ámbito de responsabilidades”.

La experiencia me dice que este documento debe de ser una declaración de intenciones porque si realmente es lo que dice ser, o sea un manual de funciones, se debería aplicar inmediatamente el régimen disciplinario a casi todas las direcciones de departamentos por omisión flagrante de sus funciones.

Imagino que no os extrañarán en absoluto mis palabras, porque cuando dice:


“Formar y motivar al personal…” o “… elaborar y colaborar con RR.HH. en los planes de formación…” una de dos: se trata de una declaración de intenciones o es un ataque directo a nuestra inteligencia, riéndose en nuestra cara.

Salvando alguna que otra honrosa excepción, los departamentos NO FORMAN, NO MOTIVAN AL PERSONAL, NO ELABORAN PLANES DE FORMACIÓN ni solos ni con RR.HH.

¡Por supuesto que un catálogo de cursos, muchos de ellos sacados de contexto, no se puede considerar como un plan de formación!

La parte positiva es que se van reconociendo ciertas carencias así como se intenta buscar soluciones, al menos así me lo parece.

Esperemos que no sea tarde ya que la liberalización del mercado de billetes va a ser un hecho inminente.

Espero que nunca nos arrepintamos de la pasividad mostrada hasta ahora, ya que las medidas traumáticas las padeceremos los “curritos”, como siempre. Me refiero a: ERE, disgregación de la fábrica de los departamentos más “suculentos”, incremento de la temporalidad en detrimento de contratos de calidad, subcontratación de servicios que repercuten directamente en la accidentalidad y la calidad de los servicios prestados.

Todas estas medidas son inaceptables por la plantilla al ser el resultado de muchos años de malísima gestión por parte de la dirección. Aún estamos a tiempo y espero que el próximo plan industrial sea consecuente con todo lo expuesto, porque ¡no se pensarán que la plantilla debe asumir la incompetencia de algunos!

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