Por Supuesto que sí. El hecho de asesinar a un ser vivo por el simple deseo de divertir al público es por definición una atrocidad.
Me recuerda a los gladiadores que luchaban contra animales salvajes en una lucha desigual. Ahora la balanza se ha invertido, aunque no queda claro quienes son más salvajes.
En pleno siglo XXI tenemos nuestra propia versión del “Typical Spanish” que a despecho de la mayoría se la denomina ¿fiesta nacional?
Encima nos la quieren vender como “arte”. Equiparar una asesinato con las Artes es una barbaridad y comparar los toreros con los grandes artistas como Miguel Ángel, Leonardo o Dalí me parece, cuanto menos, una temeridad.
Vivo abochornado cada vez que veo en el cine o en la televisión el estereotipo español. ¡Qué triste que nos vean así! Quizás deberíamos analizar los estereotipos que tenemos de otros países, ya que posiblemente no estemos haciéndoles justicia.
Una encuesta realizada por Gallup (2006) asegura que el 82% de los ciudadanos españoles entre los 15 y 24 años no está ni remotamente interesados en estas celebraciones.
Personalmente discrepo de estos resultados por ser poco realistas. Y lo peor lo dejo para el final: se financia con dinero público mediante subvenciones. Se ve que estos son los principios que se quieren inculcar a la juventud: el sinsentido de la violencia gratuita y el desprecio por los seres vivos. Luego protestamos porque los jóvenes no tienen valores y no respetan nada, pero ¡qué esperamos! Esto es lo que les estamos enseñando.
Dinero, al final todo se resume a dinero. Ni arte, ni espectáculo ni nada de nada. El único interés es la ingente cantidad de dinero que mueve matar a un ser vivo. Menos mal que en Cataluña, pioneros en muchos aspectos por su mentalidad inquieta, comienzan a dar los primeros pasos hacia la cordura, prohibiendo algunas actividades taurinas en las fiestas locales. Supongo que de aquí a unos años terminaran prohibiendo los toros totalmente y espero que el resto del país tome buen ejemplo.
Por cierto, desde Europa ya nos están “tirando de las orejas” por nuestras fiestas bárbaras. Si no somos nosotros mismos, nos impondrán el sentido común.
También tenemos muertos y heridos en los diversos encierros que se celebran en todo el territorio nacional donde parece que no pueda haber fiestas sin toros, llegando incluso, en casos extremos, a destinar casi la totalidad de la partida presupuestaria de las fiestas en ellos, ¡inaudito!
Respecto al sinsentido que intenta justificarlo con el pobre argumento de que es una tradición, podríamos hablar de otras “tradiciones bárbaras” como el derecho de pernada, la ablación, la pena capital y un largo etcétera de actividades justificadas, de manera injustificable, que sólo comete el ser inhumano.
Banco de pruebas y opinión, sobre ideas que deben ser pulidas en pos de la evolución integral.
viernes, 30 de octubre de 2009
AVISO 129: un rayo de esperanza
En ocasiones, esta dirección nos deja ver un rayo de esperanza. Aquí tenemos uno de esos casos que deberían producirse con más asiduidad.
Con fecha del 4 de marzo (ya sé que llevo un poco de retraso, pero otros temas acaparaban mi atención) se ha publicado en la intranet una convocatoria para cubrir un puesto de Jefatura de Servicio, fuera de convenio.
Me dejó tremendamente impactado: se ofertaba un puesto fuera de convenio ¡y con requisitos exigentes! Parece ser que se acabó el “todo vale en la FNMT”, ese periodo oscuro donde se asignaban los puestos siguiendo no sé muy bien qué criterios. No todos pueden aspirar a determinados puestos aunque tenemos claros ejemplos que desmienten mis palabras. Matizo, no todos, por sus aptitudes, pueden optar a determinados puestos, esto es una realidad que no todos quieren ver.
El aplicar medidas para profesionalizar la plantilla, y en especial las jefaturas o dirección, debe ser recibido por todos como una estupenda noticia. Y equiparar el nivel de exigencia a los requisitos y/o procesos de acceso, de puestos de enorme responsabilidad, es un gran acierto estratégico, así como una táctica muy provechosa al hacer desaparecer los agravios comparativos con el resto de puestos menormente remunerados.
El tener jefaturas competentes y preparadas nos beneficia a todos los trabajadores y máxime teniendo en cuenta que estamos a punto de recibir el mazazo del año 2012. Todavía se desconoce, o al menos no se ha hecho público, cuánto nos va a doler, pero será mucho.
No todos opinan igual y me han llegado ciertas pegas a este aviso: que si los procesos para puestos de jefaturas no deben ser tan exigentes en cuanto a formación, que si los puestos ya están dados, que deberían ser puestos de confianza, etc.
No comparto en absoluto esas opiniones. Las jefaturas tienen que ser cubiertas mediante procesos trasparentes y muy exigentes, porque la responsabilidades que comportan también lo son (por no hablar de los salarios). Además creo que utilizan criterios objetivos y razonables para el puesto, si no fuera así esos mismos criterios tampoco serían adecuados para los puestos técnicos, ¿o no?
¿Puestos de confianza? A mí me daría mucha confianza rodearme de personas altamente preparadas, con experiencia y competentes, ya sea para trabajar a mi lado, a mis órdenes o a las suyas, da igual.
Con fecha del 4 de marzo (ya sé que llevo un poco de retraso, pero otros temas acaparaban mi atención) se ha publicado en la intranet una convocatoria para cubrir un puesto de Jefatura de Servicio, fuera de convenio.
Me dejó tremendamente impactado: se ofertaba un puesto fuera de convenio ¡y con requisitos exigentes! Parece ser que se acabó el “todo vale en la FNMT”, ese periodo oscuro donde se asignaban los puestos siguiendo no sé muy bien qué criterios. No todos pueden aspirar a determinados puestos aunque tenemos claros ejemplos que desmienten mis palabras. Matizo, no todos, por sus aptitudes, pueden optar a determinados puestos, esto es una realidad que no todos quieren ver.
El aplicar medidas para profesionalizar la plantilla, y en especial las jefaturas o dirección, debe ser recibido por todos como una estupenda noticia. Y equiparar el nivel de exigencia a los requisitos y/o procesos de acceso, de puestos de enorme responsabilidad, es un gran acierto estratégico, así como una táctica muy provechosa al hacer desaparecer los agravios comparativos con el resto de puestos menormente remunerados.
El tener jefaturas competentes y preparadas nos beneficia a todos los trabajadores y máxime teniendo en cuenta que estamos a punto de recibir el mazazo del año 2012. Todavía se desconoce, o al menos no se ha hecho público, cuánto nos va a doler, pero será mucho.
No todos opinan igual y me han llegado ciertas pegas a este aviso: que si los procesos para puestos de jefaturas no deben ser tan exigentes en cuanto a formación, que si los puestos ya están dados, que deberían ser puestos de confianza, etc.
No comparto en absoluto esas opiniones. Las jefaturas tienen que ser cubiertas mediante procesos trasparentes y muy exigentes, porque la responsabilidades que comportan también lo son (por no hablar de los salarios). Además creo que utilizan criterios objetivos y razonables para el puesto, si no fuera así esos mismos criterios tampoco serían adecuados para los puestos técnicos, ¿o no?
¿Puestos de confianza? A mí me daría mucha confianza rodearme de personas altamente preparadas, con experiencia y competentes, ya sea para trabajar a mi lado, a mis órdenes o a las suyas, da igual.
Gasto social repercutido
Según parece, la FNMT-RCM tiene intención de vender unos terrenos, pero ¿dónde se destinará ese dinero? Imagino que la cordura primará y repercutiría directamente y en su totalidad en la FNMT. Falta nos hará una buena inyección de dinero para hacer, por ejemplo:
1.- Prepararnos para el año 2012 y la liberalización del mercado de billetes, invirtiendo en formación (es una pesada losa que nos puede arrastrar al vacío) y actualizando la maquinaria.
Al hilo tenemos el rumor de la posible escisión del Departamento de Valores, pasando a depender del Banco de España. Esta decisión debe ser desestimada totalmente al perjudica gravemente el futuro empresarial.
2.- Desarrollo del plan industrial. Después de su presentación el 15 de noviembre y cuando estudiemos detalladamente dicho documento, veremos cuánto dinero necesitamos y qué concesiones se pretenden obtener de los trabajadores, para llevarlo a cabo.
Aunque el punto anterior está incluido en éste, es tan importante que merece mención aparte.
3.- Compensar la pérdida ocasionada con la desaparición de la Entidad Colaboradora (E.C.), donde hemos perdido muchísimo en calidad y control, sustituyendo un modelo de sanidad pública, eso sí ampliada por la FNMT mediante conciertos privados, pasando a un modelo privado totalmente. El daño a la Sanidad Pública es incalculable, aunque algunos lo quieran ignorar.
Lo ideal es sustituir la partida de E.C. por otro tipo de prestación social. Por supuesto que diferente a una póliza privada. ¿Qué se podría hacer? Teniendo dinero muchísimas cosas, entre otras:
- un modelo sanitario al estilo de la E.C. donde dentro del ámbito de la Sanidad Pública, se produzca una transferencia de competencias (como la del estado a las Comunidades Autónomas), donde la gestión (incidencias, reclamaciones, cambio de especialistas, incidencias varias, etc.) sea por la propia empresa, con la participación de los representantes de los trabajadores para incrementar el control y la protección.
- Aprovechamiento del, ya vacío, local del antiguo ambulatorio de Doctor Esquerdo, creando un centro de día, una guardería y un lugar de reunión para los trabajadores jubilados de la FNMT.
- Servicio de fisioterapia en el servicio médico como se apuntaba en el número anterior de Red Ubuntu.
- Facilitar locales para asociaciones y actividades de ámbito social y cultural existentes en la FNMT.
1.- Prepararnos para el año 2012 y la liberalización del mercado de billetes, invirtiendo en formación (es una pesada losa que nos puede arrastrar al vacío) y actualizando la maquinaria.
Al hilo tenemos el rumor de la posible escisión del Departamento de Valores, pasando a depender del Banco de España. Esta decisión debe ser desestimada totalmente al perjudica gravemente el futuro empresarial.
2.- Desarrollo del plan industrial. Después de su presentación el 15 de noviembre y cuando estudiemos detalladamente dicho documento, veremos cuánto dinero necesitamos y qué concesiones se pretenden obtener de los trabajadores, para llevarlo a cabo.
Aunque el punto anterior está incluido en éste, es tan importante que merece mención aparte.
3.- Compensar la pérdida ocasionada con la desaparición de la Entidad Colaboradora (E.C.), donde hemos perdido muchísimo en calidad y control, sustituyendo un modelo de sanidad pública, eso sí ampliada por la FNMT mediante conciertos privados, pasando a un modelo privado totalmente. El daño a la Sanidad Pública es incalculable, aunque algunos lo quieran ignorar.
Lo ideal es sustituir la partida de E.C. por otro tipo de prestación social. Por supuesto que diferente a una póliza privada. ¿Qué se podría hacer? Teniendo dinero muchísimas cosas, entre otras:
- un modelo sanitario al estilo de la E.C. donde dentro del ámbito de la Sanidad Pública, se produzca una transferencia de competencias (como la del estado a las Comunidades Autónomas), donde la gestión (incidencias, reclamaciones, cambio de especialistas, incidencias varias, etc.) sea por la propia empresa, con la participación de los representantes de los trabajadores para incrementar el control y la protección.
- Aprovechamiento del, ya vacío, local del antiguo ambulatorio de Doctor Esquerdo, creando un centro de día, una guardería y un lugar de reunión para los trabajadores jubilados de la FNMT.
- Servicio de fisioterapia en el servicio médico como se apuntaba en el número anterior de Red Ubuntu.
- Facilitar locales para asociaciones y actividades de ámbito social y cultural existentes en la FNMT.
jueves, 15 de octubre de 2009
Manual de funciones
Buceando por la intranet me he llevado una sorpresa mayúscula: la publicación del Manual de Funciones.
Mi sorpresa fue debida a que, por medio de este documento oficial, se reconocen implícitamente una serie de carencias funcionales.
A modo de ejemplo y en el apartado V. Descripción estructural y funciones nos encontramos con una serie de funciones comunes a todos los departamentos. Y cito textualmente:
“Formar y motivar al personal, según las políticas establecidas, para conseguir una óptima dedicación y profesionalidad, así como elaborar y colaborar con RR.HH. en los planes de formación correspondientes al departamento en su ámbito de responsabilidades”.
La experiencia me dice que este documento debe de ser una declaración de intenciones porque si realmente es lo que dice ser, o sea un manual de funciones, se debería aplicar inmediatamente el régimen disciplinario a casi todas las direcciones de departamentos por omisión flagrante de sus funciones.
Imagino que no os extrañarán en absoluto mis palabras, porque cuando dice:
“Formar y motivar al personal…” o “… elaborar y colaborar con RR.HH. en los planes de formación…” una de dos: se trata de una declaración de intenciones o es un ataque directo a nuestra inteligencia, riéndose en nuestra cara.
Salvando alguna que otra honrosa excepción, los departamentos NO FORMAN, NO MOTIVAN AL PERSONAL, NO ELABORAN PLANES DE FORMACIÓN ni solos ni con RR.HH.
¡Por supuesto que un catálogo de cursos, muchos de ellos sacados de contexto, no se puede considerar como un plan de formación!
La parte positiva es que se van reconociendo ciertas carencias así como se intenta buscar soluciones, al menos así me lo parece.
Esperemos que no sea tarde ya que la liberalización del mercado de billetes va a ser un hecho inminente.
Espero que nunca nos arrepintamos de la pasividad mostrada hasta ahora, ya que las medidas traumáticas las padeceremos los “curritos”, como siempre. Me refiero a: ERE, disgregación de la fábrica de los departamentos más “suculentos”, incremento de la temporalidad en detrimento de contratos de calidad, subcontratación de servicios que repercuten directamente en la accidentalidad y la calidad de los servicios prestados.
Todas estas medidas son inaceptables por la plantilla al ser el resultado de muchos años de malísima gestión por parte de la dirección. Aún estamos a tiempo y espero que el próximo plan industrial sea consecuente con todo lo expuesto, porque ¡no se pensarán que la plantilla debe asumir la incompetencia de algunos!
Mi sorpresa fue debida a que, por medio de este documento oficial, se reconocen implícitamente una serie de carencias funcionales.
A modo de ejemplo y en el apartado V. Descripción estructural y funciones nos encontramos con una serie de funciones comunes a todos los departamentos. Y cito textualmente:
“Formar y motivar al personal, según las políticas establecidas, para conseguir una óptima dedicación y profesionalidad, así como elaborar y colaborar con RR.HH. en los planes de formación correspondientes al departamento en su ámbito de responsabilidades”.
La experiencia me dice que este documento debe de ser una declaración de intenciones porque si realmente es lo que dice ser, o sea un manual de funciones, se debería aplicar inmediatamente el régimen disciplinario a casi todas las direcciones de departamentos por omisión flagrante de sus funciones.
Imagino que no os extrañarán en absoluto mis palabras, porque cuando dice:
“Formar y motivar al personal…” o “… elaborar y colaborar con RR.HH. en los planes de formación…” una de dos: se trata de una declaración de intenciones o es un ataque directo a nuestra inteligencia, riéndose en nuestra cara.
Salvando alguna que otra honrosa excepción, los departamentos NO FORMAN, NO MOTIVAN AL PERSONAL, NO ELABORAN PLANES DE FORMACIÓN ni solos ni con RR.HH.
¡Por supuesto que un catálogo de cursos, muchos de ellos sacados de contexto, no se puede considerar como un plan de formación!
La parte positiva es que se van reconociendo ciertas carencias así como se intenta buscar soluciones, al menos así me lo parece.
Esperemos que no sea tarde ya que la liberalización del mercado de billetes va a ser un hecho inminente.
Espero que nunca nos arrepintamos de la pasividad mostrada hasta ahora, ya que las medidas traumáticas las padeceremos los “curritos”, como siempre. Me refiero a: ERE, disgregación de la fábrica de los departamentos más “suculentos”, incremento de la temporalidad en detrimento de contratos de calidad, subcontratación de servicios que repercuten directamente en la accidentalidad y la calidad de los servicios prestados.
Todas estas medidas son inaceptables por la plantilla al ser el resultado de muchos años de malísima gestión por parte de la dirección. Aún estamos a tiempo y espero que el próximo plan industrial sea consecuente con todo lo expuesto, porque ¡no se pensarán que la plantilla debe asumir la incompetencia de algunos!
PREVENCIÓN SOMOS TODOS
En la editorial ya hemos tratado el triste suceso acaecido a finales de agosto. Por ello ahora me gustaría abordar, en este artículo, la prevención desde un enfoque totalmente diferente.
Hay un punto importante dentro de la prevención de riesgos que olvidamos: prevención somos todos (esto mismo lo dijo, muy acertadamente, Juan Carlos García Dueñas hace solamente unos pocos números).
¿Qué quería decir JC con esto? TODOS somos responsables de cumplir y hacer cumplir las normas o incluso de aplicar el sentido común donde otros no lo hacen. Y no lo digo yo, ¡que también! Sino la legislación de prevención actualmente vigente.
¿Y qué cosas se deberían hacer y no hacemos? Por ejemplo IMPEDIR a cualquier compañero, que por desconocimiento, falta de interés o deseo expreso de contravenir las normas, cometa algún tipo de imprudencia.
Ejemplos tenemos muchos: fumar en lugares prohibidos, ya sean despachos, baños o locales de reunión, trabajar sin calzado de seguridad (usando chanclas) o bloqueando los sensores de seguridad, por poner sólo unos ejemplos). De este modo sí que seremos verdaderos compañeros y no solamente números de rúbrica.
¡Y que nadie malinterprete mis palabras! Lo normal es que me quisieran atribuir la idea de que los accidentes son culpa de los trabajadores, ¡nada más lejos de la realidad!
El principal responsable, y así lo dice la ley, es la empresa. Para éste y otros muchos temas la pro-actividad es fundamental para evitar accidentes. Al hilo de que prevención somos todos hago una anotación: desde tiempos inmemoriales se sabe que para educar a un niño hace falta toda una tribu.
Y cuando hablamos de un niño nos referimos no sólo a un joven sino a cualquiera, que por la causa que sea, se comporte como tal. Debemos llevar especial cuidado ya que el llevar 20 ó 30 años desempeñando un trabajo no nos asegura que lo estemos haciendo bien.
Hay un punto importante dentro de la prevención de riesgos que olvidamos: prevención somos todos (esto mismo lo dijo, muy acertadamente, Juan Carlos García Dueñas hace solamente unos pocos números).
¿Qué quería decir JC con esto? TODOS somos responsables de cumplir y hacer cumplir las normas o incluso de aplicar el sentido común donde otros no lo hacen. Y no lo digo yo, ¡que también! Sino la legislación de prevención actualmente vigente.
¿Y qué cosas se deberían hacer y no hacemos? Por ejemplo IMPEDIR a cualquier compañero, que por desconocimiento, falta de interés o deseo expreso de contravenir las normas, cometa algún tipo de imprudencia.
Ejemplos tenemos muchos: fumar en lugares prohibidos, ya sean despachos, baños o locales de reunión, trabajar sin calzado de seguridad (usando chanclas) o bloqueando los sensores de seguridad, por poner sólo unos ejemplos). De este modo sí que seremos verdaderos compañeros y no solamente números de rúbrica.
¡Y que nadie malinterprete mis palabras! Lo normal es que me quisieran atribuir la idea de que los accidentes son culpa de los trabajadores, ¡nada más lejos de la realidad!
El principal responsable, y así lo dice la ley, es la empresa. Para éste y otros muchos temas la pro-actividad es fundamental para evitar accidentes. Al hilo de que prevención somos todos hago una anotación: desde tiempos inmemoriales se sabe que para educar a un niño hace falta toda una tribu.
Y cuando hablamos de un niño nos referimos no sólo a un joven sino a cualquiera, que por la causa que sea, se comporte como tal. Debemos llevar especial cuidado ya que el llevar 20 ó 30 años desempeñando un trabajo no nos asegura que lo estemos haciendo bien.
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